Naranjas y mandarinas confitadas.

febrero 23, 2016 | 6 Comentarios

Hacía tiempo que quería poner esta entrada pero nunca le veía el momento, lo voy dejando y luego se me pasa. Pero hace unas semanas, cuando publiqué el Bizcocho de naranja y chocolate, Carmen, una seguidora de mi blog en facebook, me preguntó como se caramelizaban las naranjas porque había entrado en el blog y no encontraba la receta.

Le dije que sin tardar la iba a editar ya que las fotos las tengo hechas desde hace tiempo.....pero creo que han pasado casi dos meses y aún no la había puesto, así que hoy me he decidido a escribirla.

Como ya os habréis dado cuenta los que me seguís, suelo utilizar bastante, sobre todo en los postres, naranjas y mandarinas confitadas, me gusta terminar una tarta, un bizcocho, postres, helados.....con esta fruta confitada.

Las podéis ver en la tarta de mandarinas con chocolate, en el arroz con leche y chocolate, en el bizcocho de naranja y ch ocolate, en los panellets de mandarina......

Siempre tengo en la despensa tarros de rodajas de naranja, bien con el almíbar o sin él, puedes guardarlos como tu prefieras, a mi me gusta tener de los dos.
En cuanto llega la temporada de naranjas, y sobre todo de mandarinas que es más corta, me preparo los suficientes para poder tener todo el año, aunque no siempre me duran tanto......es que me gustan hasta para comerlas tal cual!!

La fruta confitada no es más que fruta cocinada en un almíbar para que pierda su humedad interior y así se conserve más tiempo.

Ingredientes:

2 naranjas o mandarinas.
400g. de azúcar.
200ml. de agua.

Modo de hacerlo:

Lava muy bien las naranjas con agua fría.
Corta las naranjas en rodajas finas, más o menos iguales.

Echa en una cazuela el agua y el azúcar, ponla en el fuego y mueve con una cuchara de madera para que se disuelva porque sino cuando hierve, se cristaliza.
Cuando empiece a hervir, añade las rodajas de naranja o mandarina, de una en una para que no se amontonen y se peguen.
Deja que hiervan unos 40 o 50 minutos a fuego lento, hasta que veas que se ha formado un almíbar espeso y las rodajas están brillantes, el tiempo también depende del grosor de las rodajas.

Saca las rodajas y ponlas sobre una rejilla o sobre papel sulfurizado.
Si quieres que el almíbar se cristalice, pon las rodajas en el horno muy suave a 50 o 60º durante una hora más o menos. Saca y deja sobre la rejilla hasta que se enfríen.
También puedes dejarlas secar en el papel o rejilla, sin poner en el horno, durante un día entero.

Una vez estén frías las pones en tarros de cristal, bien con el almíbar que quede en la cazuela o las rodajas solas, y las guardas en la nevera. También puedes congelarlas.